Trabajar en una oficina en Londres

Hoy hace ya dos años que empecé a trabajar en un banco de inversiones en Londres, mi primer trabajo de oficina. Si quieres saber más cobre cómo conseguí el trabajo no te pierdas esta entrada.

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Desde el primer día, donde nadie me explicó claramente lo que tenía que hacer, sentí que tal vez eso no era para mí. Sin embargo, con el tiempo, fui aprendiendo al ir haciendo, y fui cambiando de posiciones, y a día de hoy me encargo del departamento de cumplimiento.

 

Estas son algunas cosas que he aprendido trabajando en una oficina en Londres, aunque no puedo compararlo con las oficinas españolas, ya que nunca he trabajado en ninguna. De todas formas, todo esto es generalizando y estoy segura que muchas cosas son únicas de la empresa:

 

1. Adiós al descanso para comer

Miré, horrorizada, a mí alrededor: a mí derecha, un plato de noodles de Wasabi, a mi izquierda, una hamburguesa de McDonalds. En el escritorio. Mientras seguían trabajando. Podría darte mil razones de porqué es importante tomarte un descanso para comer (tu mente también necesita descansar, es más fácil volver al trabajo después de hacer algo diferente durante esta hora, ir a pasear, correr, al gimnasio, te hará volver al trabajo con muchas más ganas que un café, etc.), pero independientemente de lo que es mejor o peor para ti, yo necesito el cambio de escenario, no quiero ensuciar el teclado con comida, y si me llaman y tengo la boca llena no lo pasaré muy bien (el resto de la oficina te transfiere llamadas aunque estés comiendo). Además, te corresponde un descanso para comer, y punto.

2. Tupper-ware, anyone?

Creo que soy la única, o de las únicas personas que trae comida de casa (a no ser que me lo olvide en casa, o que no me diera tiempo el día anterior de prepararlo). Esto es obviamente preferencia personal, pero el ahorro de dinero es un factor importante a tener en cuenta. Si tienes microondas, no te lo pienses dos veces; si no, siempre puedes prepararte un sándwich, o comprar algunos ingredientes en el supermercado que te puedas preparar en el trabajo con los que te puedas preparar una ensalada.

3. Apaga el cigarrillo

La tolerancia por el tabaco en Londres se merece una entrada a parte, pero simplemente decir que uno de los sitios donde lo he visto más claramente ha sido en el trabajo. En mi caso es cosa de mi jefe, que tiene una política de “si fumas no te contrato”, sin más. Obviamente, es sólo en horas de trabajo; lo que hagas antes o después es cosa tuya, pero aun así sé que muchos tendrían problemas con no poder salir unas diez veces diarias a fumar un cigarro (y es precisamente eso lo que los jefes no quieren: no es justo que porque algunos trabajadores tengan este mal hábito, reciban más descansos). Incluso aunque la normativa en las otras empresas no sea tan rigurosa, es muy probable que tengas que controlarte un poco en este sentido.

4. La hora del té, o las horas del té

Ahora, el ir a la cocina a prepararse un te sí que es un descanso que toda la plantilla se toma frecuentemente. Justo al llegar, a media mañana, después de comer y a media tarde suelen ser los momentos donde se oye agua hirviendo constantemente en la cocina. Aunque no te guste el té, bebe café, o agua, todavía mejor, pero levántate frecuentemente para estirar las piernas e hidratarte.

5. Formalidades

No sé cuántos correos habré enviado con “Dear Mr X”, “Kind regards” y “Sincerely”, pero he recibido muchas más “Hi” y “Thanks”, así que ya no sé en qué situación emplearé lo aprendido en el CAE si no es aquí, pero bueno; es la realidad. Por si acaso, normalmente intento ser más formal cuando envío el primer correo a alguien, y en el segundo ya es mucho más formal (en gran parte debido a su respuesta). Normalmente, los más formales en los correos son todos menos los anglosajones.

6. Respeto

Este ha sido el primer trabajo donde he visto como los trabajadores se respetan los unos a los otros, y donde los jefes no te miran por encima del hombro, sino que te escuchan y valoran tu opinión.

7. Spanglish

Todos los días oigo español, y no solo con clientes o con la oficina de Miami, sino en la misma oficina de Londres, y eso que soy la única española. Los británicos adoran la península y en muchos casos pasan las vacaciones allí cada verano, por lo que les gusta hablarte en su particular Spanglish. Sonríe y sígueles la conversación, aunque de repente te des cuenta que en realidad están diciendo algo en italiano.

 

En general, mi experiencia en una oficina en Londres ha sido muy positiva. Me gusta la empresa, lo que hago, y la gente con la que trabajo. Creo que es muy importante que te guste tu trabajo, ya que pasarás muchas horas dedicándote a ello.

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