El error que cometí cuando fui a vivir a Londres (y cómo tú puedes evitarlo)

Es difícil hacer las cosas bien a la primera, sobretodo cuando jugamos en terreno desconocido. Sin embargo, incluso cuando sabes perfectamente qué debes hacer y qué no, puede que cometas errores algo estúpidos, almenos eso es lo que me pasó a mí cuando fui a vivir a Londres.

facepalm

De sueño a pesadilla

Simpre había querido ir a California. Tenía familia allí, había visto fotos y películas allí, y tenía el lugar tan idealizado que estaba convencida que era el sueño de mi vida, y que marcaría un antes y un después en ella.

Golden Gate

Mmmh bueno, no fue exactamente así.

Lo que importa es que había ahorrado bastante, no mucho, pero bastante dinero, y por lo tanto, pensé que podía ir a California con mis amigos y tener suficiente para ir a vivir a Londres después. Concretamente el 6 de octubre del 2011, un par de semanas después de regresar de California.

Pero como siempre, no solo había sido demasiado optimista en cuanto a lo que gastaría en el viaje, sino que, por desgracia, puse el número erróneo cuando rellené la aplicación del ESTA (algo que tienes que hacer para poder ir a EEUU), y cuando llegamos al aeropuerto (bastante justos de tiempo), cuando buscaron mi aplicación, no salía nada. Volver a enviar la solicitud hubiera sido posible, pero el problema es que tarda unas horas en ser aceptada. Así que me tuve que despedir de mis amigos y volver a casa, muerta de rabia.

Compré otro billete para el día siguiente, más caro a pesar de ser solamente de ida, y empecé a pensar que debería esperarme para ir a Londres, trabajar un poco en Barcelona, ahorrar otra vez, y entonces ir al Reino Unido. Pero en realidad tenía muchas ganas de ir, y quedarme en Barcelona trabajando estaba muy lejos de como me había imaginado que iría el año.

Como ya he comentado, California resultó ser mucho más cara de lo que había esperado, sobretodo por el tema de aparcar en San Francisco y la gasolina, que nos hartamos de rellenar ya que viajamos bastante por California y también fuimos al Gran Cañón y a Las Vegas.

Muchos días Erin y yo nos alimentamos de tortitas de arroz con mantequilla de cacahuete (volvimos a España con 5kg menos cada una, y no de equipaje). Considero que en general he tenido una buena relación con el dinero, pero esta experiencia fue tan horrible que desde entonces no he vuelto a tener una experiencia como aquella y en un año conseguimos ahorrar una tercera parte de nuestro sueldo (a pesar de estar por debajo del sueldo medio en Londres) mientras hemos viajado por Europa y hecho un par de viajes a EEUU.

Del sueño americano al sueño inglés

Las primeras semanas en Londres fueron duras. Erin tenía algo más de ahorros, pero juntas creo que no llegábamos a £1500, que entre dos, para vivir en Londres y sin trabajo, no dura mucho. Por suerte, a la semana de estar en Londres, y tenía trabajo, poniendo cafés en el Science Museum. Solo fueron dos semanas, pero se me hizo mucho más largo. Eran muchas horas de pie, casi todo el día, fines de semana, muchísimos clientes (los niños tenían vacaciones), y todo por un sueldo algo superior al mínimo (por unos céntimos).

ahorros

Antes de las dos semanas ya había encontrado otro trabajo, en un hostal/hotel, y empecé el training a las 8 de la mañana antes de ir a la cafetería durante una semana. Finalmente, dejé el primer trabajo y empecé el segundo, que pagaba algo parecido, pero con unos horarios horribles: algunos días de 8 a 16, y otros de 16 a 00. Además, nunca sabía mi horario hasta la semana anterior, y lo normal era trabajar 6 días a la semana. Nunca podía planificar nada con tiempo, y ya que el sueldo era tan bajo, empecé a dar clases de español.

Al final todo fue muy bien, dejé el trabajo a los 9 meses y empecé a trabajar en un banco de inversiones, donde pasé mis dos últimos años y medio en Londres. Seguramente si las cosas no hubieran ido de esa manera, no hubiera terminado en el que fue mi primer trabajo de verdad, de lunes a viernes de 9 a 5 (bueno, más bien 9 a 6), con posibilidades de ascenso, formación por parte de la empresa, e incluso un par de viajes por motivos de trabajo. Y hoy en día sigo haciendo trabajos puntuales para ellos como autónoma desde casa, ya que tenemos muy buena relación. Así que en realidad, no me puedo quejar, para nada. Tuve mucha suerte.

Moraleja: no cometas el mismo error

Pero la lección sigue siendo evidente. Trae ahorros. No comitas el mismo error. Y me refiero a traer suficiente como para pasar un par de semanas… Piensa que no sabes cuando encontrarás trabajo, ni cuando te pagarán (por ejemplo, si hubiera encontrado trabajo a principios de noviembre y no me hubieran pagado hasta final de mes, la situación habrías sido muy diferente; es lo que le pasó a Erin). Así que trae más de £1000, pero preferiblemente, mucho más. Así tal vez puedas permitirte el lujo de encontrar un trabajo que te guste solo al llegar en vez de lo que sea para poder pagar el alquiler (cosa que nosotras no pudimos hacer), o, si tu nivel de inglés es bajo, podrás permitirte mejorarlo con clases o intercambios. Así que haz lo posible para ahorrar al máximo antes de ir a Londres, ¡no te arrepentirás!

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